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El ensayista
Posted by Nicole i Natalie
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19:05
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2. JFM
Su larga obra no será enumerada en este trabajo, por razones de extensión, pero sí recorreremos algunos de sus pensamientos más significativos y contingentes para el desarrollo de éste. Nos basaremos para ello en 3 ensayos que forman parte de Las formas de la vida Catalana; los cuales son: Reflexiones sobre Catalunya; Una cuestión disputada: Catalunya y España y Reflexiones sobre la cultura Catalana.
REFLEXIONES SOBRE CATALUNYA:
Ferrater Mora sostiene que los catalanes manifiestan cierta tendencia a quedarse detenidos en un momento de la historia y lamentarse respecto a lo sucedido; esto tendría su explicación dado que: Los catalanes tienen la impresión de ser un pueblo cuya historia ha sido con frecuencia “desviada” o “truncada”. Tienen sobre todo la impresión de que Catalunya “ha podido ser” pero no “ha sido”. Por esta razón, es que surgen preguntas tan legítimas como: ¿Qué hubiese sucedido si en tal momento los acontecimientos hubiesen tomado otro rumbo? Preguntas como esta, según el autor, revelan una insatisfacción acerca de la propia realidad. Si bien es cierto, en algunos momentos preguntas como esta pueden ser necesarias, cuando comienzan a estorbar en la vida de un pueblo, siendo un tema de constante discusión y no buscando la manera de superarlo, se convierten en agentes negativos. Lo necesario es comprender que en la vida no se trata de si las cosas “debían” o “no debían” haber sucedido como sucedieron; se trata de lo que se puede hacer o no hacer en vista de lo que efectivamente sucedió.
Si llevamos este pensamiento a lo acontecido en el exilio, vemos que efectivamente Ferrater Mora hace uso de sus palabras, ya que en vez de quedarse lamentando lo sucedido luego de la G.C.E y la forzada salida de su tierra, él como muchos intelectuales, decide tomar posición frente a los sucesos acontecidos y mediante su arte, es decir, la escritura y la filosofía, denunciar , comunicar y compartir el dolor vivido e intentar mediante todos los medios posibles generar una recuperación de la memoria que no deje indiferente a nadie.
Con respecto al futuro de Catalunya, es posible distinguir dos teorías: la de algunos autores que sostienen que el futuro de Catalunya se encuentra “taponado”, entendiéndose esto como una imposibilidad de salir adelante producto de los hechos ocurridos en el pasado, y la de otros que, mucho más positivos, creen que Catalunya renace constantemente e incluso, le dan la connotación de “eterna”. Respecto a esto último, nuestro filósofo sostiene que ni Catalunya ni ningún otro pueblo viven en la eternidad, sino, sencillamente, en la historia. […]Un pueblo no puede pasar su vida renaciendo; si los renacimientos reiterados son muestra de cierta vitalidad, lo son así mismos de cierta manquedad. […]Vivir no es, o no es solamente, esperar (o recordar): es, o es también, y sobre todo, actuar, esforzarse, arrimar el hombro. Sin el “esfuerzo de existir”, todos los futuros serían espejismos. Vemos, de esta manera, la severidad con la cual el autor enfrenta temas como la historia y la continuidad de Catalunya y cómo llama a los catalanes a vivir objetivamente la historia y mirar siempre hacia adelante y sentar las bases para el futuro sin que eso signifique dejar atrás la memoria histórica. De esta manera, el futuro ya no será lo que inevitablemente sucederá ni lo que queremos a toda costa que suceda; será lo que pueda ser- incluyendo en esta posibilidad lo que nosotros hagamos de ella-. El pasado no será ya ni lo que pasó sin remedio ni lo que hubiera podido pasar si lo que ocurrió no hubiese sido tal; será lo que fue y lo que vayamos haciendo sucesivamente con él. Por lo tanto, Ferrater Mora propone una tercera actitud para enfrentar la vida, una en la que los catalanes ya no vivirán obsesionados por el pasado, pero tampoco serán esclavos de él
UNA CUESTIÓN DISPUTADA: CATALUNYA Y ESPAÑA:
En torno al tema de la utilización del catalán, encontramos entre las páginas del filósofo: la personalidad catalana sólo puede manifestarse con plenitud por medio del uso de su propia lengua. Cuando ésta, por los motivos que fuere, retrocede, o se deteriora, o se vicia, se encoge el modo de ser propio de Catalunya. Al decir esto, Ferrater no sostiene que los catalanes deban convertirse en monolingüístas fonéticamente, sino que deben aferrarse a su lengua, usarla, cultivarla, purificarla y propagarla, pues la lengua y la cultura están tan estrechamente vinculadas que perder una, sería dejar morir a la otra. Queda en evidencia por lo tanto que la lengua catalana genera una identidad que, según el filósofo, también devendría en un “temperamento” propio catalán; señala así que el temperamento catalán existe y, con toda probabilidad, sólo podría subsistir mediante el uso de la propia lengua. Sin embargo, las reflexiones anteriores no forman parte de un proceso por catalanizar a Catalunya, pues hacerlo significaría necesariamente europeizar a Catalunya, pues la Catalunya del futuro puede, si se empeña en ello, seguir celebrando Juegos Florales, bailar sardana y hasta tomar en porrón. Pero que no piense que con eso sólo llegará a ser de veras catalana. Si hacerse “más catalán” significa hoy hacerse “más europeo”, habrá que convenir en que el sardanismo no es precisamente asunto de vida o muerte.
Con respecto a las acusaciones de “promover el separatismo” que han sufrido los catalanes, Ferrater Mora piensa en la necesaria colaboración que debe existir ente Catalanes, Europeos y españoles, sosteniendo que No; nada de separatismos a la antigua usanza. Hemos vivido demasiados siglos juntos; hemos participado en demasiadas empresas y desastres comunes para que sea legítimo barajar y recomenzar el juego.
REFLEXIONES SOBRE LA CULTURA CATALANA:
La tesis sostenida a lo largo de todo el pensamiento de JFM, da cuenta de la concepción que posee respecto a la cultura catalana: en Catalunya la cultura sólo funciona como cultura de un pueblo que tiene un temperamento colectivo propio y una historia propia, distinto de otros temperamentos colectivos y de otros procesos históricos, aunque estrechamente vinculado a algunos de éstos y amigablemente relacionables con todos los demás temperamentos colectivos y procesos históricos del planeta. Los seres humanos han sufrido ya demasiado las disidencias, las escisiones y los conflictos para que no sea mucho pedir sugerir que empiecen a sentar cabeza. Lo dicho presupone que es comprensible que la cultura catalana y la sociedad catalana quieran ser catalanas. Al mismo tiempo, es entendible también que los catalanes quieran asomarse al exterior y de alguna manera universalizarse, haciéndose valer y potenciando al máximo sus valores y capacidades.