Una Mica de Música

0

Rodolf Sirera (1948)

Posted by Nicole i Natalie on 17:30

“Ningú no pot dubtar, avui, que el teatre català -i el teatre en català- representa el sector més dinàmic de l'escena española”
[“Nadie puede dudar, hoy, que el teatro catalán- y el teatro en catalán- representa el sector más dinámico de la escena española”] (Sireira, 2001)


Hemos querido comenzar con esta idea expresada por el mismo Rodolf Sirera, ya que en ella el dramaturgo engloba la real importancia y dinamismo que posee el teatro catalán dentro de la realidad artística de España. Y es precisamente la vitalidad del teatro catalán la que hemos querido resaltar a lo largo de este trabajo. Tal vitalidad ha quedado demostrada, por una parte, a partir de la sorprendente aparición de nuevas generaciones de dramaturgos que a través de su creación han intentado hacer perdurar la continuidad del teatro catalán; y por otra, la enorme y sorprendente evolución y renovación a la que se ha visto expuesto el mundo de las tablas.

La renovación del teatro en el País Valenciano se encuentra en directa relación con Rodolf Sirera, uno de los máximos representantes del teatro actual en lengua catalana (Bou, 1988: 417)

La obra de Sirera tiene como eje fundamental dos aspectos: por una parte, es un teatro comprometido con la sociedad, para lo cual se utilizan distintos recursos (sátira, teatro histórico, teatro popular…) y por otra, un teatro de investigación que indaga sobre los límites del género.


En este autor también podemos encontrar una serie de etapas en las cuales es posible dividir e insertar su obra. La primera etapa se desarrolla entre los años 1969 y 1977. Esta época se caracteriza por la sátira que predomina en sus textos, la cual utiliza para demostrar su compromiso social.

En general, podemos hablar de un y único tema en el teatro de Rodolf Sirera. Este no es otro que la relación que se establece entre el intelectual y su sociedad, la reflexión del individuo creador sobre la función social que tienen sus productos, tan mediatizables y utilizables. Un tema que se concretará en motivos como el del castigo para aquel que trata de rehuir su destino o las reglas del juego; o como el de la defensa de la opción personal enfrente de los condicionamientos externos, o las grandes ideas. El autor, además, concibe el teatro como un medio para conocer el mundo y a si mismo y relacionarse todo conociéndolo (y) conociéndose. (...) En su escritura más personal, se resalta la condición del yo, con su mundo circunstancial. En esta vertiente, el autor reflexiona ya sea como ser humano o en calidad de escritor. Esta línea, escrita en solitario, producirá obras formalmente más libras. Mientras que en las hazañas junto con su hermano Josep Lluís, predomina la vertiente social: las obras se ajustan más a las convenciones dramáticas, pero no por esto son menos provocadoras”. (Pérez González, 1998)


La literatura dramática escrita durante los últimos años del franquismo, ligada directamente a lo que se conoce como “teatro independiente”, se caracterizó por ser una literatura combativa que se encargó de recuperar los signos de identidad comunitarios y realizar una reflexión sobre la propia historia.


“El advenimiento de la democracia, la recuperación del autogobierno, la cooficialidad lingüística, la política de promoción cultural y la creación de centros de producción y exhibición institucionales, marcaron un punto de inflexión en esta línea, inflexión que se vio acentuada, como ya hemos dicho, por la aparición de una nueva generación de autores dramáticos -la generación de los ochenta- que desarrollaban una escritura muy abierta, entrego ya de los condicionantes "políticos", que tanto limitaron -por el que tenían de mediatizadores y monotemáticos- el trabajo del anterior. Una generación educada ya en catalán, y para la cual escribir en su lengua para la escena no implicaba ninguna actitud defensiva, sino únicamente una simple afirmación de normalidad”. (Sireira, 2001)

En 1978 Sirera comienza una nueva etapa en su evolución, caracterizada por la investigación teatral. En esta etapa se inserta la obra La verí del teatre, obra que es considerada la más importante del autor y un verdadero hito en la historia del teatro catalán actual. 

Esta obra es:  
una meditación sobre el teatro y la condición humana y presenta un lúcido diálogo entre dos personajes: Marqués de… y Gabriel de Beaumont, es decir, un aristócrata y un comediante, y cómo el primero prepara la muerte del segundo en lo que será la representación verídica de su muerte real. Esta trampa permite al autor introducir la estrategia del teatro dentro del teatro y la reflexión entre la frontera que separa y al mismo tiempo confunde el teatro y la realidad. (Carbó y Simbor, 2005)



He aquí un extracto de La verí del teatre:


MARQUÈS:

[…] Jo, pel meu costat, vull defenar les posicions extremes: les millors actuacions són aquelles en les quals l'actor és el personatge, el viu intensament, perd, inclús, la consciència de la seua pròpia individualitat. El teatre no ha de ser ficció, ni art, ni tècnica…El teatre ha de ser sentiment, emoció… i, per damunt de totes les coses, el plaer de transgredir les normes establertes…A l'escenari hem d'arrossegar les nostres misèries, les nostres angoixes, els nostres desigs inconfessables, les nostres pors… Gabriel...la nostra veritat…Allò que no gosem de reconèixer ni d’acceptar en la nostra existència quotidiana[…]



MARQUÉS:

[…] Yo, por mi cuenta, quiero defender las posiciones extremas: las mejores actuaciones son aquellas en las que el actor es el personaje, lo vive intensamente, pierde, incluso, la conciencia de su propia individualidad. El teatro no debe ser ficción, ni arte, ni técnica…El teatro debe ser sentimiento, emoción y, por encima de todo, el placer de transgredir las normas establecidas…En el escenario debemos arrastrar nuestras miserias, nuestras angustias, nuestros deseos inconfesables,  nuestros miedos… Gabriel… nuestra verdad. Todo aquello que no nos atrevemos a reconocer ni a aceptar en nuestra existencia cotidiana […]



En la década de los 80’ empezaría la tercera etapa de su producción, con obras más homogéneas y de temática mucho más personal e intimista. Los conflictos de pareja, el amor y algunos conflictos de comedia marcan esta etapa final.



En conclusión, la obra de Rodolf Sirera se caracteriza por la fuerte crítica social que realiza, la preocupación por el lenguaje y la investigación sobre el teatro mismo; en este último punto, Sirera, a través de la investigación, ha intentado incorporar recursos nuevos para engrandecer sus espectáculos. La reflexión sobre el teatro lo conduce a romper el hielo que puede existir entre el autor y la sociedad convirtiéndolo en uno de los dramaturgos más excepcionales de los últimos años.

 

Copyright © 2009 Avui ens ha venit al cap ... All rights reserved. Theme by Laptop Geek. | Bloggerized by FalconHive.